De hecho, no la hace una cervecera sino una destilería de whisky escocés. Que estará muy bueno, no lo niego, pero como whisky.
Es una pale ale envejecida en barricas de madera, al estilo del whisky. De hecho, creo que no se le añade whisky sino que se macera en barricas donde se ha elaborado whisky.
La foto no le hace justicia, pero tenía un color anaranjado bastante bonito. La espuma, como sí que podemos apreciar, se desvanece rápido casi por completo.
Aromas dulzones y alcohólicos, un tanto secos y no demasiado pronunciados.
En sabor es algo densa, pero no demasiado. Tiene esos dulzores, ligeramente ácidos, que hace que recuerde a que habái cáscara de limón en la maceración. Y de repente llega el whisky, bastante retronasal y que lo invade todo. No me gustó por eso, porque no era una mezcla de sabores, sino una pelea en la que creo que ganaban los sabores metálicos, a carbón, a tierra mojada del whisky que los sabores de la cerveza.
Personalmente, no repetiría. Aunque, bueno, estoy dispuesto a darle una segunda oportunidad si surge.
alcohol: 7º
nota: 5/10
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