Leffe, la cerveza de abadía que se fabrica a escala industrial con la licencia y el permiso y todo lo que tú quieras de la abadía, pero no se fabrica en la abadía. Pero están buenas. Y esta me gustó especialmente.
Es la más rara de encontrar de las Leffe, la granate.
En copa es de color caramelo oscuro, con toques rojizos, , tirando a marrón chocolate. Bastante oscura. Cremosa la espuma, color marfil y con burbuja muy gruesa. Es consistente y permanece un buen rato en la copa.
Olores a frutas suaves, no ácidas, como plátano, melocotón... Algo de dulce de caramelo y flores por detrás de todo. Me gustó.
Al probarla, lo primero que vi fue que no sabía a alcohol (y eso que tiene más de 8 grados). Sabores dulzones, de caramelo, vainilla o frutas suaves. Algo de ahumado y metal. Refrescante, suave, amarga aunque no demasaido. Muy rica en su conjunto. Quizá al final noté algo de frutos secos o cereales muy poco tostados. No sé, no podría estar seguro pero era algo parecido.
Me ha gustado bastante.
nota: 8/10
alcohol: 8,2º
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