Esta cerveza surgió en 1948 como una cerveza de navidad llamada "gran reserva".
En color, naranja oscuro tirando a marrón tostado, como debe ser. Giste abundante y espeso, que se deshace lentamente. Burbuja, por su espesor mantecoso, apenas tiene.
Al olerla se mezclan dos elementos: caramelo y tostado. Pero no se superponen, sino que se complementan, dando un resultado muy bueno.
En boca nos ofrece lo que esperamos de una cerveza de abadía. Algo de regaliz, toques dulces y la malta tostada con su característico amargor por todos lados.
Lo más curioso es que se disimula mucho su alcohol. Cuando al ves servida, piensas que va a ser más espesa, más mantecosa... pero nada de eso. Ligera y fácil de beber, disimula esos 9º de alcohol que lleva.
Como curiosidad, en la web hacen énfasis en que se tome en la copa Chimay, con forma de cáliz. Y también dicen que se puede mejorar con el tiempo si se guarda a una temperatura fresca y alejada de la luz. Haré acopio, guardaré bien y a ver si puedo hacer pruebas saboreándola a distintos grados. Aunque su temperatura óptima son 10-12ºC, se puede tomar también a 8ºC.
nota: 7,5/10
alcohol: 9º
web
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