una birra cruda. nunca había oído hablar de eso. es más, cuando la compré al principio pensé que sería una zona de cerdeña, pero qué va... es que es una cerveza microfiltrada y sin pasteurizar. esto segundo es más importante, ya que ese golpe de calor hace que cambie el sabor y el color de la cerveza. por eso la misma cerveza no es igual de botellín que de tirador, porque toda la cerveza sufre, tras el tostado, un sólo proceso de pasteurización para eliminar gérmenes y hacerla "sanitariamente correcta". los botellines, sin emabrgo, tras el envasado y cierre, reciben otro golpe de calor, que no reciben ni los barriles ni esta cerveza, la cruda.
podría definir sus sabores como más concentrados, menos quemados pero más intensos. pero no de una intensidad de esas que dices: "joé, qué cerveza más rica" sino más bien una intensidad de esas que dices: "joé, cómo se notan los sabores". evidentemente, dado mi burdo tecnicismo y escasas cualidades a la hora de ser un catador, me quedo con la primera sensación, ya que puede haber algunos sabores que sean tan intensos en mostrarse que se superpongan a lo demás y eso no me hace mucha gracia.
supongo que será el microfiltrado el que hace que apenas tenga burbujas o que las tenga, pero de muy pequeño tamaño y que se extinguen no más nacer, güei.
está buena... pero me quedo con su original, la iquinusa, como se pronuncia allí.
nota: 6/10
graduación: 4'9º
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