viernes, 25 de mayo de 2012

santa margarida, cereza artesana de trigo

y sigo probando cervezas de trigo... y algunas me siguen gustando pero que mucho. a pesar de ser de trigo.

de color muy amarillo, con tonos anaranjados y resalta su opacidad, prueba de la no filtración del resultado final. el giste es abundante al servirla, pero rápidamente se pierde, dejando una fina capa de gruesa burbuja.

el olor es suave, muy tenue, dulzón y caramelizado.

el sabor que tiene me ha gustado mucho, con tacto mantequilloso, untuoso al paladar, donde se agarra bien. dulce, pero con un amargor cervecero muy pronunciado. creo que el lúpulo viene de galicia, de uno parecido al que usa estrella de galicia, una de las grandes de españa.

en resumen, una elaboración cuidada que da como resultado una cerveza de trigo muy curiosa por su cuerpo. merece la pena probarla. eso sí, el tercio del botellón está muy bien pensado porque es la cantidad justa. más, cansa.

recomendable.

alcohol: 4'2º
nota: 6'5/10
web (dicen que es ahí donde las hacen. en la botella pone que la dirección es http://www.santa-margarida.com/, pero esa dirección da error)

5 comentarios:

El Barón de la Birra dijo...

Increible. A alguien que le ha gustado esta cerveza. ¿En serio? Queremos más detalles. Nos resulta dificil asimilarlo.

Unknown dijo...

a mí también em sorprendió. y mucho. pero al césar lo que es del césar y la verdad es que la cogí con muchas ganas, con mucho optimismo o en su punto de servicio perfecto... pero me gustó.

un saludo.

Carlos dijo...

El aspecto de esta cerveza es mate y opaco, de color pajizo. Muy desagradable a la vista.
Al abrirla genera mucho gas, que al echarla al vaso, con cuidado para que no se desborde, se convierte en una espuma chispeante como la de un refresco de cola.
Mucho olor a cereal.
En la boca, primero una sensación burbujeante que lo llena todo. Controlado ese efecto, una sucesión de sabores mal combinados y peor integrados entre sí. Entre ellos, uno muy intenso a cereales y levadura, como de masa de pan medio cruda; luego, uno como a ahumado, extraño y fuerte. Al final, un regusto amargo muy desagradable, como de lúpulo de herbolario echado a perder.
Tengo que decir que tras varios sorbos de un líquido tan horrible, pensé si estaría podrido, por aquello de que es una cerveza sin pasteurizar. Tiré más de medio vaso al fregadero.
Después de dos horas, seguía eructando los gases de ese brebaje y me duraba la sensación de asco.

Hay que tener muy poca vergüenza, ninguna, para comercializar esto.

Unknown dijo...

Pues entonces supongo que la mía estaba pasada y por eso me supo mejor. La verdad es que no tenía ningunas espectativas en ella...

Unknown dijo...

Habrá que reprobarla, a ver si fue algo raro... pero dentro de un tiempo.